La razón es la puta del diablo y si no me crees es porque crees que tienes razón

Fausto de Goethe


FAUSTO DE GOETHE
Fausto es un drama en verso de Johann Wolfgang von Goethe. Publicada en 1808, es una de las obras más famosas de Goethe y una de las más importantes de la literatura europea y mundial. El poema cuenta la historia del pacto entre Fausto y Mefistófeles (el diablo en el folclore alemán) y su viaje para descubrir los placeres y las bellezas del mundo. Todos podemos encontrarnos dentro de los parámetros de esta obra: un hombre sediento de conocimiento, decepcionado por la mezquindad del mundo, vende su alma al diablo para conocer el sentido de la vida, convencido de que el diablo nunca podrá satisfacerlo.

FAUSTO Y MEFISTOFELE, ETIMOLOGÍA
El nombre de Fausto deriva del verbo latino favere que significa 'favorecer', estar a favor, por lo tanto aprobar, ser auspicioso es algo conveniente, que te conviene. De hecho, lo contrario es desfavorable (infausto), de ahí que desfavorable sea también doloroso, lúgubre, terrible. Nuestro protagonista busca, por tanto, un favor (un fausto), el sentido de la vida que le sea favorable (que le sea fausto).
Mefistòfele es el nombre que aparece especialmente en la cultura popular alemana para indicar un demonio. A menudo se le da a una representación de Satanás. También es el nombre con el que se llama al diablo en el mito de Fausto. La etimología del nombre de Mefostófilos, quizás deriva del hebreo mēfīr «destructor» y ṭōfël «mentiroso», pero en la obra el diablo no miente, es más con sus promesas que siempre cumple, le demuestra a Fausto que su mundo se basa en mentiras y por eso será destruido internamente.

2 PRÓLOGOS
El libro tiene dos prólogos uno en la tierra y otro en el cielo. En la tierra 3 personajes (el empresario, el poeta y el comediante) discuten lo que es importante en el teatro: el empresario intenta sorprender al público para conseguir dinero, el poeta sigue el arte y la inspiración, el comediante intenta entretener al público. En el cielo sin embargo están los 3 ángeles (Miguel, Rafael, Gabriel) alabando a Dios por su magnífica creación, en cambio Mefistófeles irrumpe en este coro angelical acusando a Dios de haber creado un mundo miserable donde los hombres se atormentan usando la "luz celestial", es decir, la razón, “sólo para ser más bestial que cualquier bestia”. Mefistófeles quiere apostar con Dios a que podrá llevar a la perdición al recto médico-teólogo Fausto; Dios no acepta la apuesta (siendo Dios, no se rebaja a hacer tratos ni a apostar con nadie) pero le da permiso para atormentar a Fausto.

EL HOMBRE ES UN PEÓN EN MANOS DE DIOS O DEL DIABLO
El desafío entre Dios y el diablo recuerda mucho a la historia biblica de Job, un hombre justo, en quien Dios y el diablo se desafían para ver si Job permanece intacto en su fe o maldice a Dios. La batalla de los vicios y las virtudes. Ésta es la base de la leyenda del Doctor Fausto que vendió su alma al diablo, leyenda tan popular en la Edad Media, e inmortalizada por Goethe. En el centro del mito de Fausto se encuentra, por tanto, el problema del bien y del mal. Pero la intensidad de los deseos intelectuales y sensuales que dominan a Fausto también son esenciales para analizar este personaje.

¿QUIÉN FUE FAUSTO?
Johannes Fausto, después de haber estudiado filosofía, alquimia, derecho, medicina, teología, que sólo le permiten fingir ser sabio, está convencido de que sabe todo lo posible y que, en última instancia, "no se nos da nada que saber", no es posible descubrir la verdad. Yen esta verdad no puede encontrar la felicidad, en el conocimiento y en la desesperación confía en la magia. El absurdo con el que vive el ser humano lo empuja incluso a intentar suicidarse bebiendo un veneno mortal, pero una campana de Pascua lo devuelve a recuerdos de infancia y tan distraído vuelve a pensar que en la magia está la solución para encontrarle sentido a lo divino o al absurdo que son lo mismo.
Es espléndida la frase de Fausto en la película de Sokurov: "todo nace y muere según la ley... un destino incierto se cierne sobre la vida humana. El Dios que habita en mi pecho, que puede estremecer profundamente mi alma, que reina sobre todas mis fuerzas, nada puede hacer fuera de mí."
Un médico que realiza una autopsia a un cuerpo, conociendo todas las piezas que componen nuestra anatomía, hace un cuerpo a pedacitos pero en ningún lugar del interior del cadáver encuentra el alma.

EL FAUSTO DE SOKUROV
Ha habido varias transposiciones cinematográficas o adaptaciones del libro al cine, algunas incluso como la del ruso Aleksandr Sokurov con una interpretación libre y muy personal, donde hay muchas ideas diferentes pero muy ricas en intuiciones y belleza salvo, a nuestro juicio, la figura del diablo que es muy ridícula, mezquina y casi irreal, reducida a un anciano avaro, grotesco y poco encantador, frente al Mefistófeles de Goethe que es un hombre distinguido, inteligente, tranquilo y muy superior. De hecho, en la película de Sokurov, Fausto es mucho más cínico y diabólico que Mefistófeles y al final consigue engañarlo. El escenario de la película de Aleksandr Sokurov es oscuro y lúgubre, siempre prevalecen los colores grises y marrones, el polvo y el barro, de hecho dondequiera que se mire (excepto el cuerpo de Margarita) todo parece sucio, descolorido, lúgubre, incluso podrido, un reflejo de la condición humana. en su más total miseria presa de las pasiones más salvajes.

LA SED DE CONOCIMIENTO AHOGA EL ALMA
Fausto es devorado por un deseo insaciable de saber que le lleva a no estar nunca satisfecho con lo que sabe. Un frenesí que en escena se traduce en movimiento continuo, moviéndose de un lugar a otro para llegar más lejos, como alguien condenado a no encontrar nunca la paz. Una paz que quizás ni siquiera quiere encontrar, porque el pacto con el que el diablo quería quitarle el alma, era precisamente encontrar un momento, un momento tan satisfactorio que le hiciera desear que nunca pasara ese momento. En la película de Sokurov este momento se detiene en la belleza de Margarita (cuando la pantalla se congela en el rostro de ella). El 'Fausto' de Goethe recuerda la historia de un hombre que vende su alma al diablo a cambio de un momento de placer destinado a durar para siempre, porque si ese momento es para siempre entonces no te importa de qué manos estés poseído, porque ya tienes en tus manos la grata eternidad. “Diré al momento: ¡eres tan hermoso, para!”

EL MAL DE VIVIR
Fausto sufre el mal de vivir, la saciedad de la vida produce malestar existencial, el que sabe demasiado sufre porque el conocimiento material ahoga el alma, saciándola hasta el vómito. A diferencia del conocimiento espiritual que es infinito y nunca sacia. Mefistófeles sabe que el mundo está lleno de maravillas, pero Fausto ya no sabe maravillarse, ha perdido el encantamiento del ser, esa droga inocente que las almas simples conocen bien. Comienza su recorrido por posadas, calles, fiestas, e incluso lo lleva hasta una bruja donde ella le lanza un hechizo que le devolverá la juventud a Fausto y con esa las ganas de vivir. Este deseo se manifiesta inmediatamente cuando se enamora de una chica hermosa, pura e inocente: Margarita. Este hecho nos demuestra que no se es viejo cuando tienes demasiada edad, sino cuando el corazón ya no tiene sueños, es el corazón el que envejece incluso a los 20 si ya no se sabe enamorar. Sin embargo, cuando el amor es sólo carnal, como en el caso de Fausto y Margarita, se convierte en otro mal de la vida, otro veneno existencial.

EL PODER Y EL PELIGRO DE LA CONCIENCIA
En la película Fausto de Aleksandr Sokurov hay una interpretación completamente personal del director, que obviamente no está en el libro, pero es muy significativa y merece atención. Fausto se pregunta cómo llamar la atención de Margarita, por lo que Mefistófeles le dice que debe leer sus pensamientos, porque si conoces los pensamientos de una persona puedes poseerla y como estratagema le aconseja esconderse en el confesionario de la iglesia donde va Margarita, en vano cada día, para confesar sus pecados. Digo inútilmente porque en el libro de Goethe, Mefistófeles dice que ella es un alma pura, lo suyo no son pecados, sino simplemente debilidades insignificantes.
He aquí, pues, el peligro de abrir nuestro corazón y nuestra conciencia a alguien, porque es como si entregáramos nuestra alma (es una cierta posesión del alma). Éste es el peligro de la confesión que se hace a los sacerdotes, pero también de la apertura del alma que hacemos en las sesiones con psicólogos o cuando confiamos ciegamente en un gurú o mentor; la gente lo sabe y por eso teme involucrarse en este tipo de actividad introspectiva. Pero cuando nuestro mal pasa a través de otra persona en confesión (por lo tanto sale de nosotros y se encarna) y la otra persona no nos condena, entonces la curación es posible, porque vivimos en realidad lo que significa la aceptación. Es el milagro que llaman perdonar a nivel religioso. La confesión sacramental ha perdido este poder porque no se vive como una liberación sino como una tarea o regla egoísta a cumplir.

MARGARITA
Margarita es una figura perfecta donde encontramos todos los traumas de las mujeres respetables, de esas chicas modelo condicionadas por una mentalidad religiosa enfermiza y por una familia castradora: el padre está ausente (creando así en ella un vacío masculino que será llenado con un hombre), la madre es severa y limitante (crea en ella el deseo de escape y de espacio) el hermano la vigila como un suegro fracasado (crea en ella el miedo al control del que debe liberarse). Este tipo de situaciones hará que la niña, al no confiar en nadie, viva sus experiencias a escondidas con la complicidad de una amiga: su vecina Marta. Su carácter puro, religioso y modesto es sólo un andamiaje de protección social que caerá con el primer noviazgo. ¿Resultado? Como les sucede a muchas mujeres: esa misma noche Fausto le declara su amor eterno a Margherita y logra seducirla, ella cede y queda embarazada. La pasión la abruma y finalmente la aplasta como veremos. Por un solo momento de dicha muchas mujeres pierden no solo la fama sino también la vida. 

LA TRAGEDIA DEL AMOR
Si realmente fue amor no debería terminar en tragedia, por eso lo que parecía amor quedó enredado en los meandros de las pasiones más bajas: el instinto animal del sexo. La relación entre Fausto y Margherita, sin embargo, no es feliz: inicialmente Margherita se siente inferior a su amado (complejos de inferioridad), luego piensa que, como él no es creyente, no se puede confiar en él (condicionamiento religioso), mientras que Fausto sabe que la ha conquistado con el engaño de Mefistófeles (el hechizo de amor no es amor) y que su relación clandestina representará la ruina para la joven. Fausto, para tenerla sólo por una noche, le da a la niña una poción para dormir a su madre, quien sin embargo será envenenada y morirá poco después, luego èl dejará a Margarita embarazada. Los rumores sobre la niña desatan el enfado de su hermano Valentino, quien reta a duelo la protagonista; este último, liderado por Mefistófeles, derrota y mata a su rival, que muere maldiciendo a su hermana. Ahora expulsada de la sociedad por su pecado, Margarita enloquece de pena y ahoga a su hijo, siendo condenada así a la pena capital. En prisión tiene la fuerza para rechazar la ayuda del diablo y es salvada a los ojos de Dios.
La condenación, el engaño humano, fue su salvación divina. Este hecho contradictorio nos revela el significado de la misteriosa frase del diablo que afirma la trágica paradoja según la cual sólo la presencia del diablo puede conducirnos a lo divino:
"¿Entonces quién eres tú después de todo? (Preguntó Fausto a Mefistófeles, mientras él respondía:) Soy parte de esa fuerza que eternamente desea el Mal y eternamente obra el Bien".
FINAL DE LA PRIMERA PARTE DE FAUSTO


"LA LEY ES PODEROSA, PERO MÁS PODEROSA LA NECESIDAD"
- Fausto -
La segunda parte continúa con los viajes alrededor del mundo entre Fausto y Mefistófeles. Fausto reside ahora en la corte imperial: Mefistófeles restablece las arcas reales con la invención del papel moneda. Aquí la obra nos presenta el dinero como un invento del diablo, de ahí la famosa frase: el dinero es mierda del diablo. “Es ley de los demonios y de los fantasmas que dondequiera que se hayan escondido en el interior, de allí emergen. La entrada es gratuita, pero la salida es obligatoria”. La necesidad de experiencias variadas empuja todavía a Fausto a encontrar el momento fugaz pero sin embargo eterno.

IL DISCEPOLO SUPERA IL MAESTRO
Dall'inizio del libro Faust viene sempre interpellato dal suo assistente, il giovane Wagner, che serva una profonda ammirazione per la sapienza del dottor Faust. Nel film di  Sokurov anche Wagner è ansioso per sapere il senso della vita e chiede al dottore dove si nasconde l'anima mentre svuotano i cadaveri a cui fanno le autopsie. Wagner riappare nella seconda parte dell'opera, Faust incontra il suo l’ex-assistente, ora intento a creare la vita artificiale nella figura di Homunculus, un piccolo spirito senza corpo materiale. Da una parte Fausto ovunque passa lascia una scia di morti (Margherita, la sua madre e il suo fratello, il figlio di Margherita), invece Wagner sta creando un uomo dentro il vitro in modo artificiale. Mentre Faust è spinto da uno slancio mortale Wagner invece è spinto dalla voglia di creare la vita. 


EL AMOR NO MUERE HASTA QUE TE MATE
Después de la muerte de Margerita, Fausto se enamora de la mujer más bella del mundo, Helena de Troya (en la foto interpretada por Elizabeth Taylor en la película Fausto de 1967), a quien convocó después de un descenso al inframundo. Fausto y Mefistófeles participan en un segundo sabatico, durante el cual presencian una procesión de criaturas y monstruos mitológicos. Fausto, después de salvar a Helena de un sacrificio ritual, tiene un hijo con ella, Euforión, que sin embargo muere prematuramente como Ícaro en el mito del mismo nombre; Elena se retira al inframundo con el alma de su hijo, abandonando a Fausto. Este abandono parece un karma donde Fausto sufre lo que Margherita había sufrido antes. Podemos ver cómo la segunda parte de Fausto se entrelaza con los mitos griegos. Fausto busca la eterna juventud que sólo el amor puede dar. Después de la muerte de un amor, otro renace, porque el corazón es como el fénix, siempre resucita de sus cenizas. A veces nos equivocamos cuando decimos que el amor muere, lo que muere es un amor, pero el Amor que llevas dentro permanece vivo por siempre y siempre listo para ser sentido y vivido.

EL COLMO DE LA SACIEDAD INSACIABLE
Fausto es el héroe de la perenne insatisfacción que lo proyecta perpetuamente hacia el futuro. Ningún objetivo le lleva al descanso: persigue el horizonte. “Así corro en el deseo ansiando el placer, y en medio del placer anhelo el deseo”, de esta manera desesperada pasa del deseo de una cosa a su saciedad y de regreso al nuevo deseo, está harto de vivir y la vida misma no lo llena: la vida lo està matando. Esta codicia de avaricia emocional alcanza su punto máximo cuando Fauts y Mefistófeles ayudan al emperador en una guerra contra un usurpador y Fausto recibe un feudo costero a cambio de la victoria. Fausto, ahora viejo y cansado, se retira a su nueva propiedad, donde hace expulsar de su granja a dos ancianos (llamados Filemón y Baucis), provocándoles finalmente su muerte. Para comprender esta atrocidad debemos conocer el mito de estos dos ancianos, uno de los más bellos de la mitología griega, pues Fausto, abrumando el significado de estos dos personajes, destruye la belleza del momento que él mismo busca: el amor eterno en el conocimiento. Entonces veamos el mito de Filemón y Baucis:

FILEMON Y BAUCIS
Zeus y Hermes, deambulando por Frigia con rasgos humanos, se encontraron discutiendo. De hecho, pensaban que todos los hombres eran malos, por lo que Ermes le propuso un reto: disfrazarse de viajeros que buscaban hospitalidad en las casas vecinas: «Llamando a mil puertas, pedían hospitalidad en todas partes y en todas partes se negaban a recibirlos». Sólo una casa ofrecía asilo: era una choza, construida con juncos y barro. Aquí vivían Filemón y Baucis, vieron pasar sus hermosos días, envejeciendo juntos soportando la pobreza, endulzados y ligeros por su vínculo tierno». Este antiguo mito fue contado para resaltar dos cosas: la riqueza de la hospitalidad y el amor eterno de una pareja que se entrega sin límites. De hecho, continúa la historia: “La pareja se ofreció a lavar los pies de los viajeros, y luego les dio un almuerzo rústico compuesto por frutas, miel y leche para comer. Pero cuando vertían el vino, éste nunca terminaba, por lo que empezaron a sospechar de la falsa identidad de la divinidad de los huéspedes. Sacrificaron el único ganso que tenían y Zeus se lo agradeció mucho". El vino es símbolo del AMOR sazonado, maduro, que da fuerza, embriaguez y, por tanto, pasión. Una pareja que vive de lo divino siempre tiene el cántaro lleno, no se vacía, siempre tienen de qué hablar, su pasión nunca termina, es un regalo de los dioses. Algo similar sucedió con Jesús en las bodas de Caná: el agua se transforma en vino para salvar las bodas, luego la materia se transforma en espíritu y los novios continúan su fiesta sin fin.
La historia de la mitología continúa con un matiz que recuerda el evento bíblico de Sodoma y Gomorra: Después del almuerzo los Dioses se revelaron por lo que eran, Baucis y Filemón fueron conducidos a una alta montaña cerca de la cabaña y se les ordenó mirar hacia atrás: mientras Zeus desataba su ira contra los frigios, vieron todo el pueblo sumergido y destruido excepto su pobre choza que fue transformada en un lujoso templo. Zeus se ofreció a conceder cualquiera de sus deseos. Filemón y Baucis sólo pidieron poder ser sacerdotes del templo de Zeus y poder morir juntos. Fueron escuchados y cuando Filemón y Baucis estaban próximos a la muerte, Zeus los transformó en un roble y un tilo unidos por el tronco. Los nombres de Filemón y Baucis se han convertido en proverbio para indicar dos viejos cónyuges que en el pasado pasaron sus días en amor mutuo y mantienen vivo el sentimiento por las cosas divinas. 
(Pintura de Johann Carl Loth)

MUERTE DE FAUSTO: UN MOMENTO DE BELLEZA
Fausto, presa de la desesperación y el arrepentimiento por su existencia entregada a la magia y los engaños de Mefistófeles, es cegado por el demonio de la Angustia. Pero es esta ceguera la que le devuelve la vista, es decir, la razón: el protagonista quiere entonces dedicarse a una actividad útil para la comunidad, recuperando un pantano sobre sus posesiones. Durante las obras, Fausto tiene la intuición de un pueblo libre, feliz y trabajador. Es en esta vida de paz donde encuentra el eterno momento de la belleza. Fausto pronuncia así la frase del pacto ("Diré l momento: eres tan hermoso, ¡para!") y Mefistófeles pone fin a su vida para reclamar su alma. Sin embargo, mientras Fausto está a punto de ser llevado al infierno, llegan unos ángeles que, debido a su continua tensión hacia el infinito, salvan a Fausto por intercesión de Margarita y lo llevan al cielo. El poema finaliza con la celebración de "lo Eterno Femenino", identificando así al Amor como fuerza creadora y motriz del universo entero.

ORÍGENES HISTÓRICOS DEL FAUSTO DE GOETHE
El Doctor Fausto, incluso mucho antes que Goethe, ya era muy conocido en la Edad Media incluso en los teatros de marionetas, donde se contaban sus locuras y estafas: La mala fama de "Fausto" se hizo legendaria cuando, mientras estaba en prisión, a cambio de vino. «...se ofreció a mostrarle a un capellán cómo eliminar el vello facial sin utilizar navaja; el capellán consiguió el vino, y Fausto le dio al capellán un ungüento de arsénico, que eliminaba no sólo el pelo, sino también la carne".
Otra inspiración plausible para el Doctor Faustus de Marlowe es John Dee (1527-1609), quien practicó formas de alquimia y ciencia, Goethe seguramente también conocía la obra de Christopher Marlowe "La trágica historia del Doctor Faustus" (c. 1592), así como otras adaptaciones del tema. Probablemente también conocía el Fragmento de Fausto (1759) de Gotthold Ephraim Lessing. Goethe relacionó el tema de Fausto con otro hilo argumental. Estudió el informe del juicio por infanticidio de Margaret Brand, ejecutada en Frankfurt en 1792, que sirvió de modelo para la tragedia de Gretchen (diminutivo del nombre de Margarita). IL Fausto de Geethe esconde por lo tanto algunos acontecimientos históricos reales. 

En la búsqueda frenética de un significado, de una conexión, 
de un significado final y profundo, a menudo me pierdo.
Parece una repetición interminable del mismo guión a lo largo de los siglos...
- Fausto -

Quien no sabe conducir su propio ego 
disfruta más conduciendo según le dicta la voluntad del prójimo.
- Mefistófeles - 


“Todo lo que pasa no es más que un símbolo,
Lo imperfecto se completa aquí,
Lo inefable es realidad aquí, 
lo eterno femenino nos atrae en alto a su lado”.

Sólo conoces uno de los impulsos del corazón y ¡oh, nunca aprendas a conocer el otro! Hombre miserable, en mi pecho viven dos almas, y allí pelean continuamente, y una quisiera incluso desprenderse de la otra.

DIÁLOGOS DE MEFISTÓFELES EN EL PALACIO IMPERIAL
... El imperio, por grande que sea, parece una pesadilla, donde legalmente reina lo ilícito y se desarrolla todo un mundo de error... Un hombre honesto acaba doblegándose ante quienes adulan y corrompen. Un juez que no puede castigar acaba formando una alianza con el ladrón... 
- Fausto de Goethe -

El “Museo Salar Jung” es un museo de arte ubicado en Dar-ul-Shifa, en la orilla sur del río Musi en la ciudad de Hyderabad, Telangana, India. En este museo se exhibe una cautivadora escultura de madera de doble figura construida en el siglo XIX d.C. en Francia. Se encuentra frente a un espejo y muestra la fachada de un indiferente Mefistófeles y la imagen de una recatada Margarita.
La doble estatua de madera de "Mefistófeles y Margarita", representa el bien y el mal. 

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